
Como cualquier país en el mundo, Japón tiene una serie de normas y requisitos para poder entrar o permanecer en él por un tiempo determinado.
Por ello es importante saber las normativas migratorias y de turista que tiene esta nación tan peculiar. Lo primero que habrá que hacer es ir hasta la embajada u oficina consular más cercana a tu localidad.
Lo primero que hay que saber que al llegar a Japón las autoridades migratorias te tomarán las huellas dactilares y una foto como medida para prevenir cualquier indicio de terrorismo u otra actividad ilícita.
A esta medida quedarán excluidas todas las personas menores de 16 años, como también algunos grupos especiales, como delegaciones diplomáticas de representantes gubernamentales de alto nivel.
Tramitar el visado para Japón
También es importante saber que todos los extranjeros que ingresen al Japón recibirán por las autoridades migratorias un estatus de “visitante temporal” para aquellos que van de turismo. Por lo general hay unos 20 estados para las personas que deseen ingresar a tierras niponas que van desde los visados estudiantiles, de trabajo, familiares de ciudadanos japoneses o residentes en el país.
Los distintos tipos de visado para tramitar
Como todo país, Japón tiene distintas formas y permisos para ingresar a su territorio y permanecer en él. La primera y una de las más importantes es la visa como turista o viajero de negocios, la cual está establecida, según los convenios del gobierno nipón con más de 50 países que tienen un “régimen general de exención de visado” y el mismo estipula que solo es necesario un pasaporte autorizado y validado por el gobierno japonés.
De no pertenecer a ese medio centenar de naciones con ese privilegio para ingresar y permanecer en tierras japonesas, deberás tramitar un visado. La mayoría de los visitantes temporales pueden permanecer en el país por un periodo no mayor de los 90 días.
Pero eres ciudadano de Austria, Alemania, Irlanda, Liechtenstein, México, Suiza o el Reino Unido puedes ampliar dicho periodo de 90 días yendo a cualquier oficina de inmigración.
Hay que acotar y tener muy en cuenta que los ciudadanos con visado y estatus de visitantes temporales no pueden realizar ninguna actividad laboral que sea remunerada solo se permite que asista a cursos cortos de lengua japonesa. Asimismo habrá que recordar llevar el pasaporte en todo momento.
Permisos especiales para ricos
Si además de ser ciudadano de uno los 50 países que tienen acuerdo general de extensión de visado, eres dueño de una fortuna; las autoridades migratorias del Japón te podrán extender la permanencia en el país por lo menos por un año. Claro está, tendrás que demostrar que estarás en el país con fines turísticos y recreativos.
Si tú tienes planes o intenciones de trabajar en Japón deberás tramitar una visa de trabajo, que según las normas migratorias niponas se le conoce como “Cuello blanco” y en general hay más de una docena de estados o estatus de residencia con permisología de trabajo.
Conseguir el visado para Japón: lo que debes saber
Cada una le permite al residente poder ejercer una actividad profesional en tierras japonesas que esté ligada a las carreras que entran en dichos estatus como: periodismo, arte, investigación, educación, ingeniería, entretenimiento, gestión empresarial, servicios internacionales, entre otros.
Si por alguna circunstancia te cambias de trabajo mientras estás en Japón y el nuevo puesto de trabajo es un área diferente al permiso otorgado habrá que cambiar de estatus de residencia.
Por lo general es obligatorio contar con un título universitario y comprobable experiencia profesional para clasificar y optar por cualquiera de las visas de trabajo que el Gobierno japonés concede. Pero lo que hay que tener en cuenta es que en la mayoría de los casos necesitarás una carta de recomendación de tu empleador en Japón.
El periodo de la visa de trabajo puede estar entre los 4 meses hasta los cinco años y siempre será prorrogable.