
En Japón, desde hace mucho tiempo, el gato es un animal muy valorado y amado. Pero no solamente entre los hogares, sino que realmente tiene un profundo impacto en la cultura del país. Tuve la suerte de poder adoptar a Ken cuando llevaba poco tiempo viviendo en Osaka, y ya son muchas las aventuras que hemos vivido juntos. Esto es lo que he aprendido acerca de tener un gato en Japón.
A Ken le gusta acostarse junto a la ventana a oír como llueve
Los gatos en la Cultura Japonesa
¿Cómo llegó este animal doméstico a ser tan importante en la cultura japonesa? Bueno, existen varias razones para ello.
Los gatos llegaron durante el siglo VI con las embarcaciones budistas, en el período Kofun tardío/Asuka. En estas embarcaciones se traían escrituras sagradas, y para proteger del daño que podían ocasionar los insectos o las ratas, se utilizaba a los gatos como protectores de los escritos. Así, se fue valorando la protección que estos podían dar a los hogares.
Para el siglo XVII, los felinos jugaron un papel importante para proteger los campos de seda y arroz de las ratas, y así guardar la economía del país. Esto sucedió por la orden del gobierno de que todos los gatos fueran puestos en la calle.
Es más, su popularidad creció tanto que el gato típico de Japón, el Bobtail, se volvió en un símbolo de suerte. ¿Recuerdan a ese pequeño gato que sube y baja la pata, normalmente de color dorado, que se encuentra en los restaurantes o establecimientos chinos? Bueno, su nombre es Maneki-neko, que significa: “gato que invita a pasar”. Se dice que este gato trae suerte, atrayendo a más clientes con el movimiento de su pata.
Bobtail: El gato sin cola de Japón
Bueno, estrictamente hablando sí tienen cola. Pero es tan corta en comparación a otras razas de gato que pareciera que no tuviera una. Esta cola es enrollada, y parece un pompón. Eso se debe posiblemente a la endogamia, producto del aislamiento del país, que dio luz al gen recesivo de cola corta.
¡Y sí! ¡Japón tiene su propio gato! Y a diferencia de otros gatos, el bobtail es bastante juguetón, interactivo y curioso. Muy amado en la cultura japonesa. Un dato curioso es que el personaje de Hello Kitty está basado en un bobtail japonés.
Japanese Bobtail
Es un gato japones con una colita redonda pic.twitter.com/agQYcKKDL1
— 𝔳𝔦 (@vicdollia) December 1, 2019
Lo que he aprendido al viajar con mi gato
Pero volviendo a mi experiencia, como os dije he vivido dos mudanzas con gato por Japón.
En primer lugar, decirte que si eres de fuera y estás pensando en traerte a tu viaje a Japón, siento desanimarte pero el proceso es francamente complicado. Existen una serie de países considerados como áreas libres de rabia que lo tienen más fácil, pero ya te adelanto que España no es uno de ellos.
Viajar con un gato es radicalmente distinto a un perro, o alguna otra mascota. En varias ocasiones, he tenido que mudarme de Osaka a Tokio, y definitivamente, son un poco más delicados, y requieren mayor atención.
El gato tiene que familiarizarse con el nuevo ambiente, acostumbrarse a viajar en coche, que no haya demasiado calor o cosas similares. Si no tienes esto en cuenta, no solamente tú sentirás incomodidad, incluso tu gato se puede poner malo. Si quieres conocer más a detalle cómo viajar con tu gato, en este artículo encontrarás toda la información que necesitas.
¿Ya has oído hablar del primer tren de gatos en #Japón? #CosasQMEnloquecen pic.twitter.com/URww0H4C6z
— MVS Noticias (@MVSNoticias) September 11, 2017
En nuestro caso, a pesar de que Japón es un país muy avanzado y que respeta mucho a los gatos (de hecho existe un tren para gatos, y algunos pueden viajar en cabina si vuelas en Japan Airlines) tuvimos que alquilar un coche y conducir 7 horas para quedarnos tranquilos al 100%.